Decidimos aventurarnos por Michigan para explorar más allá de los límites de la gran ciudad de Detroit, que ya habíamos visitado. Un recorrido por este estado de la región de los Grandes Lagos es descubrir pueblos encantadores y apacibles escenarios naturales.
Comenzamos en la ciudad universitaria de Ann Arbor para visitar la Universidad de Michigan, fundada en 1817. Este campus histórico cautiva por su hermosa arquitectura.

El ilustre prócer puertorriqueño, el Dr. José Celso Barbosa, emprendió sus estudios en medicina en la Universidad de Michigan.
En la capital del estado, Lansing, explorarmos el Capitolio estatal (1847). Al frente del edificio había unas bolas rojas de Navidad, el adorno perfecto para nuestras fotos familiares. Compartimos este escenario con otros visitantes curiosos que quedaron igualmente cautivados.
Un paseo por la calle South Washington Square nos llevó a descubrir la variada oferta gastronómica de la ciudad. Desde acogedores cafés con desayunos, hasta sabores de la cocina cubana y del Medio Oriente, pasando por las opciones tradicionales estadounidenses de sándwiches y pizza.








Frankenmuth: Un encuentro nocturno inesperado
A pesar de que Frankenmuth no estaba inicialmente en nuestra agenda y llegamos tarde en la noche quedó claro que el lugar tenía mucho más que ofrecer de lo que habíamos anticipado. En Frankenmuth todo el año es Navidad. Y es que ahí se encuentra Bronner’s Christmas Wonderland, una enorme tienda de adornos navideños llena de curiosidades para todos los gustos. Abrió sus puertas en 1945 y permanece abierta durante todo el año.
El centro de Frankenmuth es precioso y te transporta a un pintoresco rincón de Alemania por su singular arquitectura de estilo bávaro.






El encanto del norte: entre puentes y faros
Continuamos nuestro viaje hacia el norte, siguiendo la ruta que se convierte en la preferida de muchos residentes y turistas durante los cálidos veranos de Michigan. Después de pasar una noche en Gaylord, llegamos finalmente a Mackinaw City. A lo largo de este recorrido, pudimos disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas de los lagos, rodeados por los árboles desnudos del otoño que tanto deseaba explorar.
A pesar de no encontrarnos en la temporada más animada, Mackinaw City sigue siendo encantadora gracias a las vistas impresionantes que regala al puente colgante de Mackinac. Esta perspectiva del estrecho de Mackinac, conectando el lago Michigan por un lado y el lago Huron por el otro es única. La disfrutamos desde el Parque Estatal Michilimackinac, que alberga el Faro Old Mackinac Point desde 1892.
Para el almuerzo, elegimos Scalawags Whitefish & Chips, uno de los pocos restaurantes abiertos. Optamos por una sopa whitefish chowder (parecida a clam chowder) y, para el postre, exploramos las numerosas tiendas de dulces en busca de los mejores fudge, una delicia con una tradición de más de un siglo en la región.





Para no perdernos la oportunidad, atravesamos los ocho kilómetros de longitud que tiene el puente Mackinac para visitar St Ignacio en la Upper Peninsula. Donde disfrutamos del faro Wawatam y las vistas hermosas que esta encantadora localidad tenía que ofrecer.





Paisajes naturales y sabores auténticos en el interior de Michigan
El recuerdo más grato que guardo de Traverse City fue en su Downtown. El lugar luce mágico con sus árboles vestidos con los colores vibrantes del otoño iluminados por luces navideñas. Las calles están bordeadas por una hilera de tiendas eclécticas, restaurantes únicos y boutiques. En Traverse City pasamos dos días, los cuales utilizamos para disfrutar del parque acuático interior del Great Wolf Lodge y para explorar la península Old Mission.

En la península de Old Mission, el paisaje natural se vuelve más evidente cuando aparecen los viñedos, las plantaciones de manzanas, arándanos y cerezas. Ese día vimos por primera vez árboles de manzanas, que aunque no estaban en temporada, lucían hermosos. Fue una experiencia única visitar estos campos que convierten a Michigan en uno de los principales productores de manzanas y cerezas del País. A lo largo de la carretera, nos encontramos con puestos ambulantes que ofrecían manzanas y calabazas.


Me encontré con este árbol de manzana en descomposición, cargado de frutas, a orillas de la carretera.

¡Son blueberries!

Old Mission General Store
Descubrimos todo ese paisaje de camino a Old Mission General Store. Una tienda que cautivó a Marco, mi esposo, desde que la vio en un video de Youtube. Esta tienda es un tesoro que ha perdurado desde antes de la Guerra Civil. Esta ahí desde 1839. Nos recibió con una variedad de jaleas, dulces tradicionales, licores, cervezas, vinos y una selección de artículos que incluyen desde jabones hasta artefactos antiguos. Visitar este lugar es como realizar un viaje en el tiempo. Allí, disfrutamos de un delicioso «cherry pie» que se llevó el primer lugar. Aunque debo admitir que la competencia por el mejor pie estaba muy reñida, los blueberry pies que probamos tanto en el mercado de Holland como en el Dowtown también merecieron su momento de gloria.






Sabores místicos
Tomar la famosa sidra artesanal de la región es casi místico. Para disfrutar de esta experiencia al máximo, no hay mejor lugar que Tandem Ciders, donde la elaboran. Probamos más de cinco deliciosos sabores, cada uno guardando esa armoniosa mezcla entre lo agrio y lo dulce. ¡ Y todos los sabores nos conquistaron por completo!





Grand Rapids
Grand Rapids es la segunda ciudad más grande del estado y se destaca por sus más de 40 cervecerías artesanales.

Una paseo a pie por el centro urbano nos llevó al Grand Rapids Downtown Market, donde hay artesanías y productos locales; La Grande Vitesse, una escultura pública de Alexander Calder que le da color a la ciudad; el Blue Bridge Grand Rapids, le da el toque elegante al paisaje urbano; y la estatua de Rosa Parks, que adorna la entrada de Rosa Parks Circle, un centro de diversión.



Holland un pedazo de Holanda en Michigan
Es imposible resistirse a visitar la ciudad costera Holland, a tan solo 40 minutos de Grand Rapids. Esta encantadora ciudad guarda el carácter distintivo de sus fundadores de origen holandés. Con sus diques, canales y molinos de viento, Holland es sencillamente hermosa. La atmófera de la ciudad nos recordó a Pella en Iowa.
Visitamos su encantador Downtown y fuimos hasta Bowerman Blueberries Farm Market en busca de los mejores postres.




Holland fue fundada en la década de 1840.





Detroit
Nuestro «road trip» nos llevó hasta Indianápolis y South Bend en Indiana, hasta finalmente regresar a nuestro punto de entrada y partida en Detroit.
Hablar de la icónica «Motor City» sin destacar su proceso de revitalización sería pasar por alto la increíble transformación que ha experimentado, especialmente después de declararse en bancarrota. Marco estudió ortodoncia en la Universidad de Detroit Mercy School of Dentistry y se sorprendió al descubrir una ciudad notablemente mejorada.
En temporada navideña el centro urbano resplandece con una magia única con una pista de patinaje llena de personas y una decoración navideña encantadora.


De nuestra última noche en Detroit, persiste en mi memoria el recuerdo agridulce del sorbo de sidra caliente que compartimos en busca de calor y el paseo hasta el río Detroit que nos ofreció una perspectiva sigular del panorama urbano, brindándonos la oportunidad de contemplar los edificios más altos de la ciudad.



