Irlanda, es un mosaico de verdes praderas, caminos estrechos bordeados de muros de piedra, acantilados salvajes y pueblos encantadores llenos de castillos, abadías y catedrales.
Dimos la vuelta a la isla partiendo desde Dublín, la capital de la República de Irlanda, y atravesando el país en sentido sur y oeste. Visitamos Kilkenny, Waterford, Cork, Killarney, Dingle, Limerick , Doolin, Galway, Ballina y Sligo, hasta alcanzar el norte en Donegal. Finalmente, aprovechamos para visitar Irlanda del Norte, específicamente las ciudades de Portrush y Belfast , antes de regresar a Dublín.
Al principio, a Marco le resultó difícil adaptarse a conducir con el volante a la derecha. Sin embargo, con un poco de práctica lo dominó inmediatamente. Una hora más tarde estábamos disfrutando de la ciudad medieval de Kilkenny, que parece detenida en el tiempo. Y para respirar siglos de historia, pasamos por el Castillo de Kilkenny que está ahí desde el siglo XII; las murallas medievales de Kilkenny, que continúan protegiendo la ciudad desde el siglo XIII; y Black Abbey, que tiene 800 años de historia.

Castillo de Kilkenny


Ian admirando las murallas.


Black Abbey
Kells Priory y Jerpoint
Más adelante, por la R697 hacia el sur, nos detuvimos en Kells Priory, una de las primeras iglesias normandas de Irlanda. La estructura está en un paraje desolado que nos encantó explorar.

Kells Priory fundada en 1193.

A pesar de que está en ruinas, aún conserva su atmósfera medieval.


En Thomastown, en el Condado de Kilkenny, está la abadía Jerpoint, rica en detalles a pesar de que es una abadía cisterciense.

La Abadía Jerpoint fue fundada en el siglo XII.


Waterford y Copper Coast
Pasamos la noche en la ciudad portuaria de Waterford, la más antigua de Irlanda. Allí revivimos la historia de los vikingos que fundaron la ciudad en 914.

La estructura actual de la Torre de Reginald data del siglo XIII.
Continuamos por Copper Coast Geopark, donde hay ruinas de minas de cobre y acantilados espectaculares.

Sala de máquinas de Tankardstown (Norte), se cree que se construyó en la década de 1860 para extraer cobre.


Lismore es una ciudad que está en el condado de Waterford. Y ahí desde la orilla de la carretera vimos el Castillo de Lismore. Fue construido por el rey Juan de Inglaterra en 1185 y desde entonces ha sufrido varias modificaciones.

Castillo de Lismore
Cork y Cobh
Cuando se viaja por Irlanda es muy común encontrar castillos, catedrales o abadías en ruinas. Cada rincón te regala una postal inesperada. Eso nos pasó de camino a Cork, la segunda ciudad más grande de la República de Irlanda. Nos desvíamos para visitar Cobh, un pueblo costero famoso por ser el último puerto que visitó el Titanic antes de naufragar. Y en ese camino encontramos el Castillo de Belvelly que regala unas vista muy bonita.

Castillo de Belvelly
Cobh se encuentra en el condado de Cork. Alberga la Catedral de St. Colman que está en una colina con una vista panorámica preciosa al puerto y a las casas de colores en pendiente. De todos los pueblos que visitamos este fue uno de los más hermosos.





En Cork fuimos de un lado a otro para ver sus catedrales, caminamos por St. Patrick’s Street, su calle comercial más famosa, y curioseamos en el English Market (1788).



Cathedral of St Mary and St Anne, se comenzó a construir en 1799.

Saint Fin Barre’s Cathedral, su construcción comenzó en 1865.

Elizabeth Fort, fortaleza histórica del siglo XVII.
Killarney y Ring of Kerry
Killarney se encuentra en el suroeste de Irlanda a 90 kilómetros al oeste de Cork. Es conocida por ser el inició o final de Ring of Kerry , una ruta circular turística de 179 k.m. Una de sus atracciones más conocidas es el Parque Nacional de Killarney, donde se encuentra Ross Castle. .

Antes de visitar parte del Ring of Kerry caminamos por el centro del pueblo de Killarney y vimos St Mary’s Church. Sin embargo, al salir de la ciudad encontramos St Mary’s Cathedral, pero no pude fotografiarla.


St Mary’s Church, Killarney
Uno de los castillos que más recuerdo por su belleza es el Ross Castle a orillas del lago Leane. Se construyó a finales del siglo XV y fue restaurado a finales del siglo XX.



Las palomas me regalaron una hermosa postal.




Beehive Villages
Península de Dingle
En la Península de Dingle, al suroeste de Irlanda, visitamos Beehive Villages, unas chozas de piedra llamadas Clocháns que imitan una colmena. Parecen haber sido utilizadas como vivienda a principios de la Edad Media
El día que subimos a los acantilados de Kerry, el cielo estaba nublado y con esa ligera llovizna que nos acompañó durante gran parte del viaje. Allá arriba, el viento golpea tan fuerte que retumba en los oídos y sientes que puedes perder el equilibrio. Cuando finalmente llegas a la verja de seguridad, no te atreves a acercarte, pero la vista al intenso oleaje del océano Atlántico rompiendo contra los acantilados es tan espectacular que no puedes parar de fotografiar.


Los acantilados de Kerry se encuentran en Portmagee, en el condado de Kerry, Irlanda



Inch Beach en la península de Dingle, en el condado de Kerry, es famosa entre surfistas.


El pueblo costero de Dingle con su encanto bohemio.


Así son los pueblos de Irlanda llenos color y calles de piedra.

Limerick y Bunratty
La ciudad antigua de Limerick se levanta a orillas del río Shannon. El paseo junto al río con el
King John’s Castle como telón de fondo parece sacado de las páginas de un cuento. Por ese camino llegamos a St Mary’s Cathedral fundada en 1168.





St Mary’s Cathedral en Limerick


Bunratty Castle, en el condado de Clare, fue construido en siglo XV.
Acantilados de Moher y Doolin
Cuando pensaba en Irlanda el verde que venía a mi memoria era el de los acantilados de Moher. Por fortuna ese día estaba soleado y pude disfrutar de ese verde esmeralda en todo su esplendor y de unas vistas panorámicas inigualables al Océano Atlántico.


Los acantilados de Moher son los más famosos de Irlanda y están situados en el condado de Clare.





Así son los caminos de Irlanda, estrechos y con ruinas históricas en cada rincón.

Luego de salir de los Acantilados de Moher, a unos 6 kilómetros de distancia (en Doolin), nos encontramos a Doonagore Castle, que data del siglo XVI.

Castillo de Dunguaire a orillas de la bahía de Galway fue construido en 1520.

El dolmen de Poulnabrone, en el condado de Clare, es un monumento funerario del megalítico.

Caminar por este paisaje de piedra caliza kárstica es todo un reto.
Galway y Connemara
Ya en la costa oeste de Irlanda, aparece la ciudad de Galway con su escena cultural y educativa. Eyre Square es una plaza muy animada, donde encontramos arte callejero, muchas tiendas y restaurantes.
Caminamos hasta el puerto de Galway para visitar el Arco Español, que forma parte de las antiguas murallas medievales de la ciudad.

Arco Español de finales del siglo XVI.

Máscaras adheridas a una pared en una calle de Galway.


La Catedral de Galway, construida en 1965, impresiona por su monumentalidad.
La mejor postal de Kylmore Abbey, en Connemora, la obtuve desde el estacionamiento. Desde ahí se puede apreciar la abadía reflejada en el lago Pollacappul, rodeada de montañas. Precisamente ese entorno natural fue el que enamoró a Margaret Vaughan Henry, la esposa de Mitchell Henry, un empresario inglés, que construyó la abadía como regalo a su esposa en 1868. Sin embargo, la historia se convirtió en tragedia luego que Margaret muriera de disentería en 1875.

Kylemore Abbey

En 1920 fue adquirida por monjas benedictinas.



St Muredach’s Cathedral en Ballina

Las ovejas a su paso.
Ballina
Llegamos hasta un paraje remoto en Ballina, situado en el Condado de Mayo, buscando las ruinas bien conservadas de Rosserk Friary y Moyne Abbey. Pudimos caminar por Rosserk Friary y según los rótulos que cuentan su historia fue fundada alrededor de 1460 e incendiada en 1590, por Sir Richard Bingham, gobernador de Connacht.

Rosserk Friary


Nunca encontramos el camino para llegar hasta Moyne Abbey y tuvimos que conformarnos con verla de lejos.

Moyne Abbey es un monasterio franciscano consagrado en 1462.
Sligo y su paisaje poético
Llegamos a Sligo “la tierra del deseo del corazón” de William Butler Yeats, el célebre poeta irlandés, y ya me explico el porqué se inspiró en sus paisajes y lugares históricos. Easkey Castle y Carrowmore Megalithic Cemetery impresionan con su misterio y encanto; Benbulben, que forma parte de la cadena de montañas de Dartry Mountains, por su forma singular; y, Rosses Point es un tesoro costero.

La única torre del Castillo de Roslee (Easkey Castle) que resistió al tiempo se levanta en la costa del Atlántico igual de impresionante que cualquier otra ruina de Irlanda bien conservada. La experiencia de entrar y subir a la parte superior por unos escalones peligrosos fue nuestra aventura más extrema. La recompensa la encontramos en la cima, cuando admiramos la vista a la costa desde lo alto.

Easkey Castle esta situado en la costa norte del condado de Sligo.

Fue construido en 1207.

Subimos por unos escalones peligrosos para poder admirar la vista a la costa.



Nuestro hotel en Sligo.


Carrowmore Megalithic Cemetery


Me gusta el verde de Irlanda.

La montaña más famosa de Sligo: Benbulben

Rosses Point Lighthouse

Rumbo al norte
Antes de dirigirnos a Donegal, decidimos desviarnos para entrar a Parke’s Castle, una residencia señorial fortificada que data del siglo XVII.

Parke’s Castle



Los acantilados de Slieve League
Los acantilados de Slieve League son los más altos de Irlanda. Allá arriba el viento y la lluvia golpean tan fuerte que es difícil caminar sin sentir que el viento te arrastra. Nos permitieron subir en nuestro auto hasta el segundo estacionamiento cerca del mirador principal, porque estábamos con niños. El camino al mirador fue un desafío, por lo estrecho y con pendientes.


St Eunan’s Cathedral, situada en el condado de Donegal

Nuestra última parada en la República de Irlanda, antes de llegar a Irlanda del Norte, fue en Grianán of Aileach, una fortificación restaurada, en 1870, con vistas panorámicas a Lough Swilly, Lough Foyle y la isla Inch al norte.

Grianán of Aileach

La fortaleza de piedra original fue construida a fines del siglo VIII o principios del IX d.C.


Irlanda sobrepasó nuestras expectativas, cada castillo, cada abadía y cada ruina era una historia distinta por descubrir.






